Durante los últimos años han aparecido numerosos estudios sugiriendo que la exposición a ciertos compuestos químicos presentes en nuestro entorno cotidiano podría predisponer a la obesidad. Estas sustancias formarían parte de pesticidas o insecticidas, pero también de perfumes, envoltorios plásticos o cosméticos.
Denominados disruptores endocrinos por los médicos, estos contaminantes son interpretados por el organismo como hormonas, provocando desajustes del sistema endocrino. Diversos estudios han analizado la relación entre dichas sustancias y enfermedades cardíacas o el cáncer, las principales causas de mortalidad en el primer mundo. No obstante, estas sustancias también estarían asociadas a la obesidad o a la diabetes tipo 2, enfermedades que a su vez predisponen a sufrir tumores o enfermedades cardíacas.
Uno de estos compuestos serían los ftalatos, empleados para dar flexibilidad a ciertos materiales y en especial el Bisfenol-A (BF-A) que es añadido a ciertos tipos de plásticos (policarbonatos, resinas epoxi) como por ejemplo los empleados en envases de comida.
Así, por ejemplo, un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche expuso a ratas de laboratorio a dosis relativamente bajas de BF-A (Bisfenol-A) . Según los autores del estudio, el BF-A actúa como el estradiol, un tipo de hormona femenina que, entre otras funciones, regula la distribución de la grasa corporal.
Diversas asociaciones médicas e instituciones científicas ya han solicitado a las autoridades sanitarias estadounidenses la prohibición del BF-A de los envoltorios de alimentos. Asimismo, el año pasado, ocho organizaciones médicas especializadas en genética, ginecología, urología, entre otros campos, hicieron un llamamiento conjunto para que la administración ejerciera un control más estricto sobre losdisruptores endocrinos.
Por tanto, los estudios apuntan a que estas sustancias tóxicas no sólo favorecen el sobrepeso y la obesidad; también enferman, pues favorecen la aparición de síndrome metabólico y resistencia a la insulina. Por otra parte, los elementos contaminantes son sólo una parte más de un complejo conjunto de factores causantes de la obesidad, entre los que figurarían el estrés, la alimentación, o la falta de ejercicio físico.
Fuente: www.medicina21.com