¿Hasta qué punto podemos fiarnos de las cremas solares actuales? La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA en sus siglas en inglés) ha tardado 33 años en examinar y tomar las medidas oportunas en forma de normativa para evitar "confusiones" en las etiquetas que explican el grado de protección de las cremas solares.
Entre estas disposiciones, que entrarán en vigor el próximo año, destacan tres: la prohibición de anunciar la crema como "resistente al agua", el establecimiento de un factor mínimo de protección de 15 y la lucha contra los ultarvioleta de tipo A y B.
Respecto a esta última medida, se buscará que los productos de las empresas de protección solar salvaguarden de igual manera contra los rayos ultravioleta tipo B -causantes de las quemaduras y, a largo plazo, del cáncer de piel-, así como contra de los ultravioleta A, responsables del envejecimiento prematuro de la piel y, en menor medida, también de la aparición del melanoma.
Para que los fabricantes de cremas solares consigan la codiciada etiqueta que les designe como protectores fiables, y contra el "amplio espectro" de los daños del Sol, tendrán que suprimir las pegatinas que indiquen que son resistentes al agua o al sudor, ya que "tales afirmaciones son una exageración", según indica el FDA.
En su lugar, "se permitirá que expliquen cuántos minutos resiste el producto al agua", dependiendo del resultado de las pruebas por los que estas cremas pasan antes de salir al mercado.
-Un factor, como mínimo, del 15
Igualmente, no se permitirán protectores con un factor mínimo de 15; grado que este organismo considera "el mínimo necesario para prevenir de forma segura las quemaduras solares o los riesgos de sufrir un cáncer de piel o el envejecimiento cutáneo prematuro".
Ante estas nuevas medidas, los dermatólogos estadounidenses se muestran encantados ya que "ahora vamos a ser capaces de contestar a todas las dudas y decirles a los pacientes cuáles son los protectores solares más seguros", explica el doctor Henry W. Lim, jefe de Dermatología del Hospital Henry Ford de Detroit (EEUU).
Unas dudas que han sido objeto de examen desde 1978 cuando, a raíz de un programa radiofónico de gran éxito en EEUU que hablaba sobre las lociones adecuadas para ponerse morenos, pero no para protegerse, se empezó a debatir sobre cómo regular el mercado de los fotoprotectores.
"Creemos que, con la nueva normativa, esto va a ser mucho más fácil de entender para el consumidor", asegura la doctora Janet Woodcock, directora del Centro de Evaluación de Madicamentos de la FDA. "Todo lo que vamos a tener que hacer es elegir el factor de protección adecuado y asegurarnos de que es una loción que protege en un amplio espectro", explica.
Esta medida es necesaria en un país donde más de 68.000 personas son diagnosticadas de melanoma. "Si la crema solar no incluye la etiqueta de protección amplia, el producto tendrá que advertir de que no se ha demostrado que prevenga del cáncer de piel o el envejecimiento precoz de la misma", se asegura desde el FDA.
**Publicado en "EL MUNDO"
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